Lester

Lester es un juego que sin hacer mucho ruido se ha colado entre los esenciales de mi colección de favoritos, ha conseguido un puesto de honor en esa carpeta “Imprescindibles” que todos tenemos metida en un pendrive o MicroSD, lista para cargar en cualquier periférico que se conecte al puerto de expansión de nuestro querido Commodore 64, bien sea mediante un cartucho Kung Fu Flash, Ultimate, Chameleon… o simplemente en una carpeta de ROMs en nuestro PC listo para emular.

Permitidme que comience por el punto más negativo para así después dejar un buen sabor de boca en esta humilde reseña. Siendo un poco exigente, y por destacar algo menos positivo diré que el juego no aporta nada original en su concepto y jugabilidad en el ya tan manido género llamado en los últimos años “Metroidvania” y del que ya, casi todas las plataformas retro tienen juegos que representan esta categoría con programas de reciente factura. En esencia, un Metroidvania es un juego con un mapeado más o menos extenso en el que has de conseguir una serie de ítems o equipo para poder seguir avanzando y así poder desbloquear el acceso a otros niveles del mapa. En la mayoría de ocasiones has de re-visitar localizaciones en las que ya has estado antes para acceder a zonas anteriormente inalcanzables o con el acceso denegado, bien sea mediante algún tipo de “llave” o bien porque tu personaje no cuenta con el equipamiento y habilidades necesarios para alcanzar esa salida y así proseguir con su aventura. Este es el único punto flaco que podríamos discutirle a Lester, aunque esta debilidad la padecen una gran cantidad de juegos Homebrew hoy en día… es difícil innovar en mecánicas y ser original, aunque al final lo más importante es que el juego sea divertido y enganche, y eso Lester lo cumple con creces porque es todo un reto terminarlo (sin trucos… piratillas).

Lester bebe de este género "plataformero metroidvaniesco" y no es una excepción porque nos encontraremos con un juego que ofrece un inventario (en principio completamente vacío) con una serie de slots disponibles para guardar tarjetas de acceso numeradas del 1 al 4 que encontraremos en varias zonas del mapa; estas tarjetas nos servirán para abrir una serie de puertas que dan acceso a zonas cada vez más complejas. También contará con cuatro slots disponibles para equipamiento, que será imprescindible para poder superar según que tramos del laberíntico mapeado; describiré alguno más adelante.

Repartidas por el mapa aparecen unas pantallas de ordenador a las que Lester se podrá conectar para guardar el progreso a modo de check point, aunque el juego no permite guardar partida propiamente y cada vez que apaguemos nuestro Commodore 64 se perderá todo el progreso ¿Hay algo más puro y más retro que esto?. En esas terminales informáticas, aparte de guardar el check-point también se pueden comprar mejoras para nuestra pistola láser, aumentando los puntos de daño que infringe en los enemigos. También es posible comprar puntos de vida para recuperarnos un poco si hemos recibido muchos impactos. Las monedas se consiguen eliminando enemigos o destruyendo barriles y hay un número limitado que podemos llevar encima, aunque existe por ahí un ítem que aumenta el tamaño de nuestra “cartera", si bien, llega un punto en el que ya no se pueden acumular más monedas y en el que ya tenemos nuestra pistola completamente evolucionada y en ese momento deja de tener sentido esforzarse en conseguir monedas porque ya no hay nada que mejorar.

Cabe destacar que aunque nuestro personaje tiene vidas, cuando perdemos la última, el juego te devuelve al inicio, pero no se pierden ni los ítems ni las mejoras, ni tampoco las preciadas monedas… El único peaje que tenemos que pagar por perder todas las vidas es la reaparición de los enemigos eliminados en la partida anterior. Esto, a pesar de ser un contratiempo tiene un punto positivo, y es que podemos “farmear” monedas volviendo a eliminar a los enemigos de nuevo y fomentando así nuestra capacidad de mejora del personaje. Este sistema también se ha visto en juegos de más reciente factura para plataformas modernas, como por ejemplo el Blood Borne de From Software para Playstation, en el que tenemos que pasar reiteradamente por las mismas zonas y matar a los mismos enemigos una y otra vez para poder aumentar nuestra fuerza, habilidades y riquezas.

Aparte de la clásica barra de energía o “vida” también existe una barra de experiencia que va aumentando a medida que liquidamos enemigos. Esta barra de experiencia nos ofrece varias ventajas cuanto más la aumentamos, como recuperar salud entre otras. También hay un pequeño recuadro en el que podremos guardar un ítem para utilizarlo cuando lo consideremos necesario, del tipo disparo potente, inmunidad por tiempo limitado, o bomba “limpiadora” de enemigos.

Se diferencian cuatro zonas en el mapeado que están bloqueadas por sus respectivas puertas y lo normal es que cada zona tenga por lo menos dos puertas para acceder a ella, una forma inteligente de interconectar el mapeado para que no sea tan tedioso recorrer una y otra vez los mismos sitios. Lógicamente las zonas 3 y 4 son más difíciles con enemigos más duros y con patrones más complejos.

Por resumir un poco, hay zonas con líquidos ácidos a los que sólo podremos acceder con un traje antinuclear, otras zonas que están a oscuras y que sólo podremos visitar si contamos con unas gafas de visión nocturna… etc. ¡Descubrir el resto por vosotros mismos!

Técnicamente el juego es impecable, con un control preciso y ajustado, con algún salto entre plataformas exigente pero para nada imposible. En ciertos momentos exige una coordinación perfecta entre el salto y la ubicación de los enemigos, además de otros elementos del propio escenario que nos harán la puñeta, tales como los socorridos pinchos o sofisticados rayos láser. Los gráficos utilizan una paleta de colores muy bonita y bien diferenciada en cada una de las zonas del mapa, colores que para apreciar bien tenemos que ver un un monitor CRT o una TV de tubo de las de toda la vida… si lo jugamos emulado en un PC conectado a una pantalla LCD no lucirá tan bien (cosa habitual en todos los sistemas retro emulados).

Me ha llamado la atención el diseño de algunos enemigos que me recuerdan muchísimo a los enemigos del juego arcade Dig Dug, será mera coincidencia, pero la inspiración puede venir de ahí.

Enemigo en Dig Dug
Enemigo en Lester

El apartado sonoro hay que destacarlo porque tiene una variedad de melodías que no se hacen pesadas y que incitan a seguir jugando con tensión y atención. Cuando uno lleva muchos años jugando a juegos de Commodore 64 todas las melodías te pueden recordar a algunas de otros juegos y no sé por qué, estas músicas me daba la sensación de haberlas escuchado antes, y ya os digo que esos es imposible porque son originales del juego pero hay retiradas que están ahí y que me vienen a la cabeza… En la primera fase, la música me recuerda a la de algún juego de Sarah Jane Avory y en otra fase (ahora no recuerdo cuál) hay algo que me recuerda a una melodía del Dragon’s Lair…

El apartado de efectos de sonido cumple sin más, sin estridencias ni “ruidacos” molestos, todo muy integrado y ajustado a las acciones que se ejecutan en pantalla.

El creador del juego es Knifegrinder (https://knifegrinder.itch.io/lester) y según he leído por ahí, es un juego inspirado en Ghost y MiniGhost para la plataforma MSX que a su vez estaban inspirados en clásicos de Konami. Lester es el primer juego de este desarrollador y la verdad es que si el primero le ha quedado así, me muero de ganas de ver qué más proyectos será capaz de desarrollar en el futuro, habrá que seguirlo de cerca.

Voy a poner a continuación un breve resumen del argumento:

6 de junio de 2182, Marte

La Fábrica de la Estación Espacial que orbita el planeta está experimentando un motín sin precedentes.

La computadora principal de la estación espacial UNSS ASAMI se volvió rebelde durante el desmantelamiento y obtuvo el control de los droides guardianes.

Después de ganar una breve batalla con el ejército de la ONU dislocado en Marte, el mainframe rebelde ahora apunta la estación hacia la tierra con su carga de material radiactivo no contenido.

Eres el androide L-3573-R, el primero de una nueva generación de droides guardianes independientes de una IA central. Dadas tus fortalezas, eres la única esperanza para detener esta amenaza y descubrir qué le sucedió a la estación.

El juego de momento no tiene distribución física y está para descargar libremente o haciendo una aportación en Itch.io. Os recomiendo efusivamente que os lo descarguéis para cargarlo y jugarlo, a poder ser en vuestro Commodore 64, porque tiene más profundidad de la que aparenta y es muy muy divertido.

Podéis adquirir el juego en ESTE enlace.

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